domingo, 9 de diciembre de 2007

El verbo.

Por Raúl Germán Bautista
raulgerman78@yahoo.es

SANTO DOMINGO OESTE.- Desde la preparatoria, hemos leído y hablado acerca de los usos, buenos usos, de los verbos; los cuales funcionan de manera correcta en cada una de sus conjugaciones.

Expresamos esto porque, en su forma no personal, los verbos tinen aplicaciones diferentes que las que realizan en la personal. En una actúan como nombre; en otra, como adverbios y por último, como adjetivos.

Por eso, no está demás que repasemos todos juntos esta pequeña compilación que hemos hecho acerca de este espinoso tema. Veremos por qué una nota informativa debe escribirse en tiempo indicativo, en voz activa, sin tiempos compuestos, etcétera.

El verbo.

El verbo, según el libro Bescherelle, El Arte de Conjugar en Español, es la parte de la oración que expresa:
-existencia de los seres: Juan vive.
-estado de los seres: Los animales enfermaron.
-acción de los seres: El caballo corre.
-pasión de los seres: Todos los alumnos han sido suspendido.
-los sucesos: Ayer llovió.

El verbo, por sus caracteres formales, es la parte de la oración que presenta más variaciones (no que realiza más funciones, como dicen algunos). Dice Vivaldi que la función principal de verbo en la frase es la de afirmar algo acerca del sujeto.

“El verbo –dice Rafael Seco en su Manual de Gramática Española- es la palabra por excelencia que expresa el juicio mental incluyendo sus dos términos esenciales: el predicado y el sujeto. Así, en la forma verbal LEO está contenida la idea de leer más la del sujeto que lee, yo”.

Los accidentes.

El verbo consta de una parte, casi siempre invariable, que se llama raíz o radical, y de una parte que varía según las formas, llamada terminación o desinencia. En las formas del verbo escribir (escrib-o, escrib-ieron y escrib-irá), se distinguen las dos partes citadas. Todas las variaciones que el verbo sufre en sus diferentes formas indican los distintos accidentes verbales, que son: la voz, el modo, el tiempo, el número, la persona y el aspecto o forma de presentarse la acción verbal.

La voz.

La voz indica si la acción del verbo la realiza el sujeto o es éste quien la recibe. Cuando el sujeto realiza la acción, el verbo está en voz activa: Los alumnos estudian la lección; cuando el sujeto recibe la acción, el verbo está en voz pasiva: La lección es estudiada por los alumnos. La voz pasiva se forma con el verbo ser o estar más un verbo en pasado participio. EL IDIOMA ESPAÑOL SE ESCRIBE EN VOZ ACTIVA.

La voz pasiva.

Las oraciones pasivas tienen sujeto paciente, que recibe o sufre la acción del verbo. Pueden ser, según Vivaldi:

Primera de pasiva: Verbo en voz pasiva y complemento agente expreso.
Segundas de pasiva: Verbo en voz pasiva y no se expresa el complemento agente.
Pasiva refleja: Verbo está en voz activa precedida de la partícula o variante pronominal SE.

Nos empieza a invadir, dice el autor, un modo de expresión que no está de acuerdo con el genio de nuestro idioma: el uso –mejor abuso- de la voz pasiva. Han influido en este fenómeno las traducciones, sobre todo del inglés y francés, idiomas éstos en los que la voz pasiva se emplea mucho más que en castellano.

Es muy frecuente escribir: Por el director general de… ha sido firmada una orden, en español, debe escribirse: El director general de… ha firmado una orden. Mejorado: El director general de… firmó una orden.

Recordemos que el esquema de la oración activa (en español) es: Sujeto agente, más voz activa verbal, más objeto directo. Ejemplo: Mi abuelo construyó esta casa en el 1930.

Mientras que los esquemas posibles de voz pasiva son:

1) Primera de pasiva: Llevan el verbo en voz pasiva y se expresa el complemento agente. Ejemplo: Esta casa fue construida por mi abuelo en 1930. Sujeto paciente: Esta casa. Verbo en pasiva: fue construida. Complemento agente: por mi abuelo. Complemento circunstancial de tiempo (modificador circunstancial, según la sintaxis moderna): en 1930.

2) Segundas de pasivas: Llevan verbo en voz pasiva y no se expresa el complemento agente. Ejemplo: Esta casa fue construida en 1930. Sujeto paciente: Esta casa. Verbo en voz pasiva: fue construida. Complemento circunstancial de tiempo: en 1930.

3)Pasivas reflejas: El verbo está en voz activa y va precedido de la partícula se. Ejemplo: Esta casa se construyó en 1930. Sujeto paciente: Esta casa. Verbo en voz activa: se construyó. Complemento circunstancial de tiempo: en 1930.

En cuanto a los casos:

-VOZ ACTIVA. Sujeto en nominativo; verbo y objeto en acusativo.
-VOZ PASIVA. Objeto en nominativo; verbo; y ablativo agente.

Martín Alonso insiste en que el idioma español tiene preferencia por la voz activa. “Las circunstancias del de hecho -dice- imponen la pasiva, por ser desconocido el agente activo, porque existe en el que habla un interés de ocultarlo, o sencillamente por ser indiferente a los interlocutores”.

Así en la frase: Hemos conquistado nuevos territorios al enemigo; o nuevos territorios han sido conquistado al enemigo; por razones de psicología lingüística, es preferible la primera.

En el caso de que el sujeto de la frase sea nombre de cosa, en español es preferible emplear la pasiva refleja, con la partícula se. Así, en vez de escribir: Ha sido comprado el papel necesario, diremos mejor: se compró el papel necesario. Esta pasiva refleja es mucho más frecuente en español que la forma con el verbo ser.

Aunque es posible transformar las oraciones pasivas en activas, hay que tener en cuenta lo que dice el autor en el principio de este tema: lo que se trata es de corregir no es el uso, sino el abuso de la pasiva. Por tanto, no siempre conviene dar vueltas a la frase y convertirla, de pasiva, en activa.

Este procedimiento puede cambiar el sentido de lo que queríamos decir. El sustantivo empleado como sujeto al principio de una frase pone en relieve aquello de que nos ocupamos con preferencia, es decir, el punto fundamental que atrae nuestra atención. Por ejemplo, si quiero contar la vida de Rómulo, dice el autor, se puede decir: Rómulo fundó Roma; pero si me propongo, añade, a narrar los orígenes de la Ciudad Eterna, es mejor: Roma fue fundada por Rómulo. La idea es la misma, pero el punto de vista ha cambiado.

Sustituciones de la voz pasiva, según Vivaldi.

1) en frases que tienen por sujeto un nombre de cosa, lo más frecuente en español, en vez de pasiva con ser, es –como ha dicho el autor antes- la pasiva refleja con se.
2) Si el verbo pasivo está en infinitivo, se le puede reemplazar por un nombre abstracto en sentido pasivo. Ejemplo: Poco me importa ser odiado por estos hombres. Sustitución: Poco me importa el odio de estos hombres.
3) Otro procedimiento puede ser el de sustituir el participio de la pasiva (amado, cantado) por un sustantivo, conservando el verbo ser, aunque cambiando el tiempo: Este cuadro ha sido pintado por usted. Sustitución: Este cuadro es obra de usted.
4) Finalmente, si queremos, explica el autor, conservar el mismo sujeto de la frase, se puede dar a ésta un giro activo, pero cambiando a veces el verbo y otras palabras de la oración. Ejemplo: Los cuerpos son movidos por la gravitación. Sustitución: los cuerpos obedecen a la gravitación.
El modo, (según Bescherelle, El Arte de Conjugar en Español).

El modo indica las distintas maneras generales de expresar la significación del verbo. En español o castellano los modos son cinco: infinitivo, indicativo, potencial, subjuntivo e imperativo, aunque actualmente los gramáticos los reducen a cuatro, ya que consideran que el potencial, llamado condicional, es un tiempo del modo indicativo.

1) El modo infinitivo indica la significación del verbo sin expresar tiempo, número ni persona, y comprende las llamadas formas no personales, que son el infinitivo propiamente dicho (tomar, beber, decir), el gerundio (tomando, bebiendo, diciendo) y el participio (tomado, bebido, dicho).
2) El modo indicativo expresa la acción del verbo de forma real: Juan toma el autobús; María leyó la novela; Luis y Antonio irán al cine.
3) El modo potencial presenta la acción del verbo como posible dependiendo, casi siempre, de una condición: Si estudiaras más, aprobarías el curso.
4) El modo subjuntivo expresa una acción subordinada a otro verbo que indica suposición, deseo, temor, etc.: Quieren que vayamos a su casa; Luis teme que llueva hoy.
5) El modo imperativo expresa un deseo, una orden, una petición, un ruego o un consejo: Venid cuando queráis; Ana, estudia.

Funciones del infinitivo, gerundio y participio (según Bescherelle, El Arte de Conjugar en Español).

1) El infinitivo expresa acción y va siempre formando parte de una oración que lleva un verbo en forma personal. En esa oración, el infinitivo funciona como NOMBRE, sustantivo (nunca como verbo, digo yo, a partir de los estudios lingüísticos).

El vivir constituye un heroísmo. Vivir=sustantivo, según C. González
NS (Núcleo del Sujeto).

Otras funciones:

a) Sujeto: Querer es poder.
S
b) Atributo en una oración copulativa: Querer es PODER.
(A)
c) Complemento directo (objeto directo): Quiere ESTUDIAR.
O.D.
d) Complemento indirecto (objeto indirecto): Vine para CANTAR.
O.I.
e) Complemento nominal o verbal de cualquier clase: Va a CANTAR. No quiere acostarse sin CENAR. Habla de VENIR.

2) El gerundio funciona como adverbio, que puede ser o no complemento circunstancial (modificador circunstancial) de un verbo, y, por tanto, no admite ningún tipo de determinantes aunque sí complementos verbales. El gerundio expresa acción simultánea (Paseaba hablando) o duración (Estoy leyendo el periódico).

-El gerundio se emplea:

a) En perífrasis: Estaba CANTANDO. Seguí SUBIENDO…
b) Función adjetiva: Los alumnos, que estaban LEYENDO, no lo vieron. Vimos al niño LLORANDO.
c) Con valor causal: SABIENDO que era Juan, le abrí la puerta.
d) Con valor condicional: ESTANDO de acuerdo, iremos todos.
e) Con valor concesivo: Aunque esté LLOVIENDO, saldremos.
Con valor copulativo: Madrid es la capital de España, SIENDO la primera ciudad por el número de sus habitantes.
a) Gerundio explicativo, según Vivaldi: El piloto, viendo que el altímetro no funcionaba…”; es decir, “Al ver que el altímetro no funcionaba…” – explicación.

Vivaldi agrega lo siguiente acerca del gerundio:

“El gerundio presenta dos formas: simple (cantando) y compuesta (habiendo cantado); no puede ir precedido de ninguna preposición, excepto para indicar inmediatez en construcciones poco usuales (En ACABANDO la carta, se fue de allí); algunos gerundios simples admiten diminutivos (andandito, callandito), y pueden funcionar en la oración como adverbio, como verbo o, en algunos casos como adjetivo”.

El mismo autor describe sus funciones:

1) Como adverbio, se utiliza en lo enunciados no oracionales de los titulares o los pies de grabados y fotografías (Armtrong PISANDO la luna), o desempeña la función de complemento circunstancial (Los pájaros se fueron VOLANDO. Raquel salió CORRIENDO) o de complemento de un nombre (Vieron la casa ARDIENDO).
2) Como verbo, puede llevar sujeto explícito (Vinieron ESTANDO María ausente) y los complementos directo (Te mantendrás en forma HACIENDO deporte), indirecto (Te recibiré PRESENTANDO la carta al director) o circunstancial (Vimos a Roberto PASEANDO por la calle).
3) Como adjetivo, se utiliza en pocas ocasiones (Ponlo en agua HIRVIENDO. Es capaz de agarrarse a un clavo ARDIENDO para conseguirlo).

“El gerundio –escribe González Ruiz- se emplea muchas veces mal (casi todas, digo yo). Tan honda es la convicción de este hecho, que ha llegado a producir otro: el que muchos realicen denotados esfuerzos para eludir el gerundio al escribir, como quien se encontrase ante un paraje peligroso y prefiriera dar un rodeo con tal de no transitar por él. Pero en rodeo no es nunca buen procedimiento de escribir. Se puede navegar perfectamente entre escollos conociendo cuáles son y dónde están.”

El gerundio, (resume Vivaldi) en todos caso, constituye una oración subordinada de carácter adverbial. Si yo escribo: “Luis llegó SILBANDO”, se indica el modo como llegó “Luis”. En este caso “SILBANDO” es la oración subordinada que completa a la principal “Luis llegó”, diciéndonos su manera de llegar

Para evitar confusiones (sugiere el autor), el gerundio debe ir lo más cerca posible del sujeto al cual se refiere. Así, no significa lo mismo “Vi a Juan PASEANDO”, que “PASEANDO, vi a Juan”. En el primer caso es Juan quien pasea; en el segundo: “soy yo (palabras del autor) quien, mientras paseaba, vi a Juan”

Dice Manuel Seco que el gerundio es una forma verbal no personal (es decir, sin variación morfológica de persona) que, a su significación verbal de acción, reúne una función modificadora adjunta, de tipo adverbial y en cierto modo adjetiva.

El gerundio incorrecto (Según Vivaldi).

Veámoslo a través de unos cuantos ejemplos:

Así, no se puede ni debe escribirse:

1) “Llegó SENTÁNDOSE…”, porque la acción de llegar y de sentarse no pueden ser simultáneas, no es ése un modo de “llegar” a ningún sitio. Es frecuente leer: Fulano de tal nació en Madrid en 1900, siendo hijo de Luis y María…”. Es decir, que nació siendo ya hijo de…!Extraña manera de nacer!

2) “Una caja conteniendo…” Se trata de un típico galicismo; traducción de la expresión francesa: “Une boite contenant…” Y ello porque el participio de presente francés en –ant (parlant, écrivant, sachant) tiene un valor de adjetivo. Nosotros, en español, debemos decir: “Una caja que contiene…” Es también el caso del “gerundio curialesco” o del Boletín Oficial: “Orden disponiendo…”, cuando, en realidad, debe decirse “…que dispone…” Es, por tanto, incorrecto el empleo del gerundio de un verbo que no expresa acción en función de complemento de nombre.

3) Es incorrecto el empleo del gerundio para complementar a un nombre que funciona como complemento directo (Dio el paquete a una mujer ENTRANDO en la casa, en vez de Dio el paquete a una mujer que entraba en la casa), o complemento circunstancial (Vieron a un hombre dando gritos de dolor, en lugar de Vieron a un hombre que daba gritos de dolor).

4) “Vi un árbol floreciendo”, por “floreciente”. Tampoco puede admitirse este “floreciendo” porque el gerundio, en español, no debe expresar cualidades, Ni tampoco se refleja aquí el matiz de contemporaneidad, ya que es imposible que yo vea “el florecer” de un árbol, mientras se produce, a menos que se trate de una película de dibujos fantástica, o gracias a un procedimiento especial cinematográfico, capaz de captar el florecer de un carbol mientras se va produciendo.

5) “El avión se estrelló, siendo encontrado…” “El agresor huyó siendo detenido…” Estos gerundios son incorrectos porque la acción que el gerundio indica no puede ser posterior a la del verbo principal. Lo correcto es escribir: “El agresor huyó y fue detenido (o, digo yo, El agresor huyó y lo detuvieron) cuando intentaba subir al tranvía”.

No es correcto el gerundio de posterioridad porque, cuando es simple, indica simultaneidad: “La farola cayó sobre el coche muriendo sus ocupantes”, ya que debe decirse: “La farola cayó sobre el coche y, como consecuencia, murieron sus ocupantes”.

En el caso del gerundio temporal, la acción que expresa dicha forma verbal puede ser simultánea, inmediatamente posterior a la acción expresada por el verbo principal. Ejemplos:

-Teniendo yo doce años, aprendí a montar en bicicleta (simultáneas).
-Levantando la mano, quedó con la pluma en suspenso (inmediatamente anterior).
-Salió de puntillas, cerrando la puerta con mucho cuidado (inmediatamente posterior).

Vivaldi concluye:

“Consideramos muy difícil que el alumno, al escribir, retenga en la memoria todas las reglas que hemos dado acerca del gerundio. Por ello, recomendamos seguir la pauta del conocido aforismo: “En la duda, abstenerse”. Es decir, no usemos el gerundio cuando no estemos muy seguros de que su empleo es correcto.

El uso del gerundio español será tanto más impropio cuanto más se aproxime a la función adjetiva, a la expresión de cualidades o estado (ya sean momentáneos o permanentes), o cuanto mayor sea el desacuerdo entre el tiempo de su acción (especialmente en el caso de ser posterior) y el verbo o frase principal.”

Fernando Díez Losada, en su libro Lenguaje y Periodismo (por cierto, debió ser Lengua y Periodismo…por eso de que el lenguaje no es lo mismo que lengua) plantea esto:

“El gerundio (forma no conjugable del verbo terminada en –ando, -endo) ofrece una gran variedad de usos en el idioma. Es un error desecharla únicamente porque algunos casos su empleo resulta ilegítimo. El uso del gerundio es incorrecto en dos casos”:

1) Cuando se le asigna una función adjetival, es decir, que afecta al sustantivo, Ejemplos: Extranjeros saliendo del país venden…”, Llegó un paquete conteniendo varios regalos”. (En estos casos, el gerundio se sustituye normalmente por una oración adjetiva o de relativo: Extranjeros que salen del país…”; “Llegó un paquete que contenía…”.

Sin embargo, por aquello de que no hay regla sin excepción, se considera correcto el uso de gerundio que afecta al complemento directo de verbos de percepción (ver, mirar, oír, escuchar, contemplar, recordar, percibir, captar…) y representación (describir, relatar, contar, narrar, dibujar, fotografiar, filmar, grabar…). Ejemplos: “Vi a mis amigos nadando en la piscina”, “Recuerdo a mi padre fumando en el jardín”; “El camarógrafo filmó varios aviones bombardeando la central nuclear”; “Cervantes describe a Don Quijote luchando contra los molinos”. Igualmente son legítimos los gerundios adjetivales ardiendo e hirviendo: Aceite hirviendo, horno ardiendo.

2) Cuando expresa una acción posterior en el tiempo a la del verbo principal. Ejemplos: “Se dirigió primero a Colombia, pasando desde allí a Venezuela”; “Sufrió un aparatoso accidente de automóvil, muriendo en el hospital horas después”. (En estos casos, la coordinación copulativa puede ser una buena opción: “Se dirigió primero a Colombia y pasó desde allí a Venezuela”; “Sufrió un aparatoso accidente de automóvil y murió en el hospital horas después”.)

-El participio funciona como un adjetivo y puede variar en género y número, siempre que no intervenga en la formación de un tiempo compuesto, en cuyo caso es invariable. El participo se emplea:

1) Para formar con el auxiliar haber los tiempos compuestos: Hemos VENIDO a verte. Había COMIDO mucho. Habrán TENIDO sueño…
2) Para formar las voz pasiva con el auxiliar ser: El ladrón fue DETENIDO por la policía. Los alumnos han sido SUSPENDIDO.
3) En perífrasis: El presidente sigue ENFADADO.
4) Como sujeto independiente en proposiciones subordinadas absolutas: TERMINADA la película, salimos a la calle.
5) Como adjetivo verbal: Los niños están CANSADOS (atributo). Comimos carne ASADA (complemento de un nombre).

El tiempo (según Bescherelle, El Arte de Conjugar en Español).

El tiempo indica cuándo se realiza la acción verbal y puede ser: presente, cuando se realiza en el momento (José COME pan); pasado o pretérito, cuando ya se ha realizado (Julio COMIÓ pan), o el futuro, cuando se va a realizar (Juan COMERÁ pan).
Desde el punto de vista de su estructura, los tiempos verbales pueden ser simples, formados por una sola palabra (canta, bebían, subirán), y compuestos, formados por dos o más palabras (verbos, digo yo): ha cantado, había bebido, han sido subidos).

Número y persona.

Cada uno de los tiempos verbales anteriores puede tener varias formas:

1) En el infinitivo son formas únicas en todos los casos.
2) En el indicativo y el subjuntivos hay seis formas distintas para cada tiempo, simple o compuesto, que corresponden a las tres personas gramaticales (y no personas sociales) del número singular (yo, tú, él o ella) y de las tres del número plural (nosotros o nosotras, vosotros o vosotras, ellos o ellas). Estas tres personas, del singular o del plural, indican quien o quienes realizan la acción del verbo.

La primera persona (yo, nosotros o nosotras) se refieren a quien o a quienes hablan: Yo hablo poco. Nosotros salimos de casa. Nosotras viajamos mucho.

La segunda persona (tú, vosotros, vosotras) se refieren a quien o a quienes escuchan: Tú hablas poco. Vosotros salís de casa. Vosotras viajáis mucho.

La tercera persona (él o ella, ellos o ellas) indica de quien o de quienes se habla: Él habla poco. Ellos salen de casa.

3) En el imperativo sólo hay cinco formas en su único tiempo, el presente, ya que carece de la primera persona en singular: habla tú, hable él o ella, hablemos nosotros o nosotras, hablad vosotros o vosotras, hablen ellos o ellas.

Dice Carlisle González que la PERSONA es una categoría accidental privativa del verbo y de los pronombres personales, posesivos y demostrativos. Se trata de una persona gramatical, explica, no de una persona social.

Agrega: “Por confundir estos dos tipos de persona entre sí, la gramática tradicional o, mejor dicho, los gramáticos tradicionales, encabezados por la llamada RAE, hablan, de modo erróneo, de unos supuestos verbos impersonales que en realidad no existen ni pueden existir. En último de los casos se podría hablar de verbos unipersonales, los cuales forman parte de los llamados verbos defectivos: tronar, llover, abolir, etc.

La conjugación.

Se llama conjugación o flexión del verbo al conjunto de todas las formas que éste puede tomar al variar sus accidentes gramaticales. Conjugar un verbo es, por tanto, enunciar ordenadamente todas sus formas.

Las desinencias o terminaciones de las formas verbales varían de acuerdo con la desinencia o terminación del infinitivo de cada verbo, que puede ser: (ar, er, o ir). De aquí que todos los verbos españoles pertenezcan a los siguientes tipos de conjugación:

1) Primera conjugación: verbos cuyo infinitivo termina en –ar: Cantar, tomar, andar…
2) Segunda conjugación: verbos cuyo infinitivo termina en –er: comer, beber, saber…
3) Tercera conjugación: verbos cuyo infinitivo termina en -ir: partir, vivir, subir…

Clases y tipos de verbos según su conjugación:

a) Auxiliares: Sirven para formar los tiempos compuestos, la voz pasiva o las perífrasis verbales. Los más importantes son haber y ser. Se consideran auxiliares los verbos, que, al iniciar la perífrasis, pierden su significado propio VAMOS a trabajar. TENGO que subir, ESTAMOS escribiendo…

b) Copulativos: Sirven de nexo entre sujeto y atributo, pueden ser un sintagma nominal (José es médico), un sintagma adjetivo (La fruta está verde) o un sintagma preposicional (María es de Valencia). Los verbos copulativos son ser y estar, pero pueden funcionar como tales muchos verbos intransitivos: andar (Juan anda despistado), dormir (El enfermo duerme tranquilo), llegar (Ana llegó cansada), seguir (Luis sigue enfermo, etc., que se construyen con un sintagma adjetivo.

c) Verbos regulares son los que toman las desinencias comunes a los verbos de su conjugación y no varían en su raíz, generalmente se toman como modelos los verbos amar o cortar, para la primera conjugación; temer o deber, para la segunda conjugación, y partir o vivir, para la tercera conjugación. Los demás verbos regulares se conjugan como éstos.

d) Verbos irregulares son los que, al ser conjugados, varían su raíz en alguna forma verbal; toman terminaciones especiales, o haces ambas cosas a la vez, apartándose de la conjugación de los verbos modelos. Así varían su raíz: jugar (juego), poder (pude), andar (anduve, no andé), hacer (hice, no hací), tener (tuve, no tení), decir (dije, no decí); venir (vine, no vení).

e) Verbos defectivos son los que no se usan en todos los modos, tiempos o personas, y que carecen de alguna forma de la conjugación: abolir (formas en cuya desinencia empieza por /i/. Indicativo: la primera y segunda personas del plural en el presente, todos los otros tiempos simples y compuestos: nosotros abolimos; vosotros abolís (presente indicativo); yo abolía, tú abolías, él abolía, nosotros abolíamos, vosotros abolíais y ellos abolían (pretérito imperfecto, copretérito: del indicativo).

f) Predicativos: Son núcleos del predicado y se clasifican en transitivos, intransitivos, reflexivos, defectivos y unipersonales. Los verbos se dividen en varias clases, pero –dice Vivaldi- de todas ellas, las que nos interesa es la clasificación de verbos transitivos e intransitivos.

Si decimos, explica Vivaldi, “Caín mató a Abel”, el verbo matar es aquí transitivo porque la acción de matar pasa (transit) al complemento, al objeto (de “Caín” a “Abel”). En cambio, si digo -agrega el autor- “la alegría repentina mata”, aquí el verbo matar no hace referencia a ningún objeto, la acción termina en el verbo, no pasa a un complemento (objeto, es lo correcto). En el primer caso, matar es transitivo; en el segundo, intransitivo.

En realidad, casi todos los verbos pueden ser transitivos e intransitivos. Depende de que lleven o no complemento directo, también llamado objeto directo.

Perífrasis verbal.

Se llaman perífrasis verbales a los grupos verbales que contienen un verbo auxiliar, que no es haber ni ser, y una forma verbal no personal: infinitivo, gerundio o participio.

1) Perífrasis con infinitivo: Hemos de estudiar la lección, hay que aprovechar el tiempo, tengo que ir a casa, deben de ser cuatro o cinco, debemos terminar el trabajo…
2) Perífrasis con gerundio: Siguió cantando toda la tarde, estaba hablando con Juan, andaba buscando un libro, salió corriendo de la casa, se quedaron esperando la respuesta…
3) Perífrasis con participio: Sigue sentado allí, los exámenes me traen preocupado, el asunto quedó decidido, María andaba preocupada.






2 comentarios:

KristalAzul dijo...

Estoy totalmente convencida de que este articulo es un aporte fenomenal a la juventud que quiere hoy en dia entregar lo mejor del conocimiento humano, felicito con mucho agrado al autor de cada articulo.

Anónimo dijo...

Estimado Sr. Bautista:

Ante todo agradezco mucho su profesionalismo y dedicación a la lengua de Cervantes para protegerla contra los barbarismos, solecismos, anglicismos y todos los ismos que tanto la mancillan.

En su artículo El Verbo, publicado el 9 de diciembre de 2007, en Internet, Ud. no hace ninguna referencia al uso de los gerundios en los títulos y subtítulos, y quisiera saber si recomienda usarlos al principio de la frase o no.

P.ej: El título de un artículo que traduje hace poco, dice: Blessing Israel and the Jewish people through the program On Wings of Eagles.

Bendiciendo a Israel y al pueblo judío por medio del programa En Alas de Águilas

El artículo explica cómo el donante puede bendecir al Israel y al pueblo judío por medio del programa, por lo cual el editor me lo cambió por Cómo bendecir a Israel y al pueblo judío..., y me dijo que es incorrecto empezar con gerundio porque es construcción inglesa. Sin embargo, yo hablé con un gramático de la RAE quien me dijo que el uso del gerundio al principio de los títulos es aceptable siempre y cuando se adhiera al debido uso del mismo, indiferentemente de dónde se coloque.

De antemano agradezco su respuesta.

Que el Señor lo guarde.

John J. Correa
Traductor Evangélico