viernes, 16 de julio de 2010

El buen reportero




John Hohenberg, autor del libro El periodista profesional, nos aconseja:


Esta es la imagen de un hombre.


Se mueve rápida y reposadamente. Pregunta temas específicos, anticipa sucesos, acciones y reacciones cuando es posible hacerlo.


Conoce las noticias del día, lee cuidadosamente los periódicos y las revistas; escucha la radio y ve los noticiarios de televisión para mantener sus conocimientos al día.


Es educado y culto. Averigua no sólo lo que pasó, sino también por qué sucedió y qué puede esperarse que ocurra luego.


Es diligente sin ser entrometido, agudo sin ser ofensivo, influyente sin ser hombre de confianza de nadie, perceptivo sin ser adivino, solícito sin ser pedante, escéptico sin ser cínico, minucioso sin ser un taquígrafo, cuidadoso sin ser indeciso, determinativo sin ser discutidor, de buenas maneras sin ser un portero.


Él hace mucho más que dar las noticias. El periodismo no sería una profesión si fuera un simple captador de noticia. Es una fuerza primaria en nuestra vida diaria, una fuerza que transmite, explica, y algunas veces, origina un flujo mundial de sucesos e ideas de actualidad.


Ejercita una amplia e incalculable influencia sobre la gente dentro del alcance de su comunicación.


NO ES UN SEMIDIÓS. ES SU REPORTERO FAVORITO.

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