lunes, 31 de marzo de 2008

SIP reclama libertad de prensa.

Earl Maucker, presidente de la SIP


Tomado de: listindiario.com.


CARACAS.- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) concluyó ayer su reunión de medio año reclamando a una serie de gobiernos del Continente, entre ellos al de República Dominicana, eliminar la política de utilizar la concesión de la publicidad oficial como premio a los medios complacientes y castigo a los medios que las administraciones consideran críticos.

La resolución cita además del dominicano, a los gobiernos de Guyana, Argentina, Uruguay, Nicaragua y México. otra resolución aprobada ayer en la asamblea final en la que se analizó la situación país por país, la SIP señaló como un hecho positivo que la Suprema Corte de la República Dominicana hubiere reiterado la condena de 30 años a Joaquín Antonio Pou Castro y compartes por el asesinato del periodista Orlando Martínez, hecho que se produjo 32 años después del crimen.

Señala la resolución que con anterioridad Pou Castro había sido condenado a 20 años.
Asimismo la SIP en sus conclusiones de la asamblea se refirió a la persecución de periodistas en Venezuela, al encarcelamiento aún violando disposiciones de los tribunales y a las amenazas con cerrar medios de comunicación, como es el caso de la televisora Globovisión.

También se refirió a la condena de que fue objeto el LISTÍN DIARIO por parte de un tribunal el mes pasado, así como a su ex director Miguel Franjul y uno de los reporteros, situación que considera tiene implicaciones negativas sobre la independencia de los medios.

El documento de la SIP destaca el voto disidente de unos de los jueces, el doctor Francisco Ortega, quien se opuso a la condena por considerar que violaba principios legales.

La SIP también acogió los planteamientos de presiones desde el gobierno sobre periodistas que dieron a conocer el Colegio y el Sindicato dominicanos.

En el proceso para la elaboración de la resolución sobre la situación de la prensa dominicana participaron en los debates los periodistas Manuel Quiroz, vicepresidente de la Comisión de Libertad de Prensa y director del matutino El Caribe; Antonio Gil, director de LISTÍN DIARIO, y Rafael Molina Morillo, director de El Día. La SIP sesionó durante tres días en el hotel Palace, desde el viernes.

Una de las resoluciones de la SIP condena a las autoridades en Estados Unidos por mantener un velo sobre las informaciones relativas a los prisioneros en Guantánamo, a los que se acusa de terrorismo.

También exige la liberación de un fotógrafo de Prensa Asociada detenido sin cargos formales desde abril del 2006, y condenó los casos en que jueces federales obligaron a periodistas a revelar sus fuentes y les impusieron fuertes multas.

También critica la impunidad que protege a asesinos de periodistas en México, Colombia y Perú.
Earl MauckerEl presidente de la SIP, Earl Maucker, dijo que “nuestra organización ha crecido dramáticamente en los últimos años, lo cual es una clara señal de un trabajo bien hecho”.

Anunció que el mes entrante la SIP patrocinará en la República Dominicana un debate entre las fuerzas de seguridad y los periodistas sobre la transparencia y la colaboración.

Al anochecer del sábado grupos que participaban en la conferencia sobre “terrorismo mediático”, convocada por el gobierno de Venezuela para oponérsela a la asamblea de la SIP, se presentaron en la Plaza Miranda, frente al hotel Palace.

Unos 150 individuos distribuyeron panfletos en los que criticaban a los miembros de la SIP a los que señalaron como terroristas mediáticos y demoníacos.

1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

Libertad de prensa en España...

V. GRUPO Z

El Periódico, Interviú, Tiempo…



Rafael del Barco Carreras



¿Quién decidirá el desnudo y escándalo en portada de INTERVIÚ?, ¿o la magnitud de las letras en los titulares de EL PERIÓDICO?, ¿Juan Carlos Rodríguez Ibarra, el nuevo Presidente de la Junta de Extremadura, el de alguna caja de ahorros financiera, el metalúrgico supuesto comprador, o una mesa de sabios?. Quizá sea el último enredo de Antonio Asensio desde el más allá. Desaparecido él, su imperio se desmoronaba, pero lo salva su entrega al triunfante Socialismo, que a él le importaba un rábano. Su herencia no acabará igual que Cambio 16, Telexprés y tantos más… la quiebra y los juzgados.

La historia de Vueling, con otros colores, se repite. Aquí en lugar de Josep Piqué Camps y su contratante Manuel Lara, interviene Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ex presidente de la Junta de Extremadura y un ex chatarrero convertido en gran empresario a la sombra del Poder en Extremadura, que primero comprará unos periódicos de Prisa, y después, por nada menos 500 o 600 millones de euros (según asciendan las deudas), 100.000 millones de las antiguas pesetas, el Grupo Z. Ampliaciones de capital, créditos con dudosas garantías, y titularidades pignoradas. Nadie invertirá un duro, ¡los locos con tanto dinero no existen! ¡En plena CRISIS!, y aplaude uno de la claca, “era hora que Extremadura se situara a la cabeza en España”. ¡Pobre Extremadura, que caro le saldrá que sus políticos manejen una fábrica de mentiras y autobombo con 3.300 empleados!. Tenía… porque la gran empresa que meses atrás los compradores pujaban por su compra, ahora abre expediente de crisis para quitarse de encima su gran activo, la mayoría de sus 300 directivos. Los reales “compradores”, que supuestamente unirán a las subvenciones y favores de la Generalitat los de la Junta de Extremadura, parece no tienen bastante y anuncian “regularizaciones de empleo”.

Me atrevería pedir desde aquí a algún viejo cabreado directivo de la casa (de los que este jueves, 5-06-08, se manifestaban temiendo por su empleo pero que no movieron un dedo y menos su bolígrafo por mis tres años de prisión preventiva) me contara los pactos y relaciones entre Javier de la Rosa y Asensio para cargar contra mí y soslayar su indiscutible relación (lo escribe el propio JUEZ ESPECIAL que también se olvidó del gran financiero) en el Caso Consorcio de la Zona Franca, ver www.lagrancorrupcion.com

A Asensio, que descabalgó a sus dos socios iniciales, no le hará feliz. Él, ambicioso sin freno, quería ser Murdoch, y un veinte por ciento, que dicen retendrá la familia de un negocio de fantasías en manos de políticos, no le agradaría. La vida y la muerte, y sus futilidades.