domingo, 10 de febrero de 2008



Por Raúl Germán Bautista
Raulgerman78@yahoo.es

SANTO DOMINGO OESTE.- Los redactores, en su afán por escribir rápido, se “agarran” de cualquier expresión a la hora de elaborar sus notas periodísticas.


La prosa, en los medios de comunicación, ha encontrado en “miembro”, “cosa”, “evento”, “algo”, entre otros, la fórmula perfecta para referirse a las diferentes realidades.


En una correcta redacción, estos términos deben, si es que se usan, limitarse para cuando en efecto sean necesarios. Es más, se cree que “evento” es el buen sinónimo para todo: conferencias, conciertos, ferias, partidos de fútbol, etcétera.

Daremos las diferentes vertientes del asunto a través de las opiniones de los expertos:

a) La palabra cosa, según Vivaldi.

“Cosa es probablemente la palabra de sentido más vago, más impreciso, el vocablo más vulgar y trivial de la lengua. La palabra cosa se emplea cada día más. Vivimos en pleno “cosismo”. Precisamente porque se tiende a lo más fácil, está dicho vocablo en todo su apogeo.


En efecto, todo es cosa en este mundo, tomada la palabra en el sentido más amplio posible. Cosa es un armario, es un lápiz, es…todo. Así, no es extraño hablar con frecuencia de la “cosa del ambiente”, etc.


Contra el abuso actual de cosa, conviene esforzarse un poco para sustituir tan insustancial palabra por otra más precisa. Todo lo dicho vale salvo que, por razones particulares, se tenga interés en la vaguedad del vocablo cosa.

Veamos como se sustituye:

-La humildad es una cosa muy rara…La humildad es una virtud muy rara.
-La falta de inteligencia es una cosa irremediable…La falta de inteligencia es un defecto muy raro”.


b) Evento.

El término evento aparece ya recogido en el DRAE (desde 1992) con el significado de acontecimiento o suceso, por tanto su uso con ese significado no debe tratarse como una incorrección.


Pero por Dios –agrego yo- este vocablo que hasta hace poco era un anglicismo que se refería para acontecimientos que no estaban programados se ha convertido en el sinónimo de todas las actividades. Su uso desmedido demuestra pobreza en el léxico.


Evento es un concierto, un partido de fútbol, un congreso de comunicación, una graduación, una marcha, una conferencia de prensa, un cóctel, etc. En sentido particular, no conocíamos un sustantivo que fuese sinónimo de todas las actividades que se efectúen. Vivaldi considera su uso como un barbarismo.

c) La palabra algo.

La palabra algo, dice Vivaldi, sólo debe emplearse para dar a la frase un sentido indeterminado. La palabra algo, de que tanto se abusa en la conversación corriente, nos da la medida de su correcto empleo en su propia definición: algo es un pronombre indefinido y, por tanto, sólo debe usarse cuando queramos dar a la frase un sentido indeterminado; cuando queramos mencionar algo (aquí está bien empleado) sin precisar lo que ese algo sea.



“Más, precisamente por su carácter indefinido, impreciso, es por lo que este “algo” se nos mete entre los puntos de la pluma, resbala entre las teclas de la máquina o del ordenador, con una facilidad y profusión dignas de mejor empeño. Fácil resulta poner “algo”…, donde debiéramos escribir algo (aquí está bien empleado) más definido que el impreciso “algo”.



Observará el lector – comenta Vivaldi- que hemos redactado los párrafos anteriores jugando con la palabra “algo”. Lo hacemos –reitera- a conciencia para que resalte cuándo debe emplearse y cuándo no).



Veamos ahora, algunos ejemplos, unos cuantos casos en que resulta correcto el empleo de “algo” y otros en que conviene sustituirlo por otra palabra de sentido más preciso:

-“Leeré algo mientras vienes” (correcto).

-“Aquí hay algo que no entiendo” (puede ser correcto o incorrecto).

-“Esta historia tiene algo trágico”. Aquí conviene precisar más. Y podría ser: “Esta historia tiene un sentido trágico”; o bien: “Esta historia tiene un argumento trágico”.

-“En este párrafo hay algo que no entiendo”. Puede ser correcto si nos referimos al sentido del párrafo; pero si nos referimos a una frase concreta, mejor sería decir: “En este párrafo hay una frase que no entiendo”.



-“Este libro es algo estupendo…este libro es estupendo”.

-“El hombre más fuerte tiene algo débil…el hombre más fuerte tiene su lado débil.

d) Miembro.


En su primigenia acepción se aplica a "cualquiera de las extremidades del hombre o de los animales articuladas con el tronco" (DRAE).



Se dice también del "individuo que forma parte de un conjunto comunidad o cuerpo moral" (DRAE). Lo que resulta incomprensible, agrega Fernando Díez Losada, es que se pretenda —como quieren algunos— trasladar el vocablo miembro —en su segunda acepción: como parte de un conjunto— de su legítimo género masculino a un inexistente género común: el miembro, la miembro.


Don Rodrigo es un miembro del club; doña Eloísa, en cambio, es una miembro de la directiva. ¡Por favor! ¿Tendremos que decir también que el brazo es un miembro del cuerpo, y la pierna, una miembro? ¿Contribuiría este dislate a la causa de la igualdad real de la mujer?
En situación similar se encontrarían las expresiones miembro de la familia por familiar o pariente; miembro del congreso por congresista; miembro del ejército por militar o guardia; miembro del personal por empleado…

2 comentarios:

Comunica - T dijo...

Muy buena explicación, clara y precisa, felicidades, definitivamente eres muy bueno en esto y lo digo de manera imparcial.

Comunica - T dijo...

Licenciado, cuantos dias que no escribe nada en su blogger, uhmm creo que esta flogeando no me parece, mire que yo leo todos los días su blogger, no es posible, cuando escribe algo sobre radio, recuerde que támbien es parte del mundo periodistico jejeje :). éxitos.