miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Por qué escribimos tan mal?

Por Raúl Germán B.
@raulredaccion y @politicasypoder

Manoguayabo.- Al ver la mayoría de cuentas de Facebook, Twitter, Instagram; al recibir una carta, leer un afiche, un periódico, libro; al evaluar los escritos de profesores, alumnos y profesionales, nos encontramos con la triste realidad de que los hispanohablantes no tienen una noción clara de cómo escribir correctamente.

Es como si estuviéramos en una “tierra de nadie” lingüística, en donde a un grupo muy reducido, y de más de 30 años, es que siempre aboga por que escribamos bien.

Y ¿de dónde viene este asunto?, ¡oh!, mis queridos lectores, de lo mal fundamentada y disociada que está la enseñanza en Latinoamérica, sobre todo, del idioma español, el de Cervantes, Pedro Henríquez Ureña y Pablo Neruda.
Así cómo recomendamos a nuestros alumnos de periodismo para redactar noticias o notas informativas, haré lo mismo aquí: vamos al “A-B-C”, a la génesis del problema.

Lo primero es que la inmensa mayoría de palabras que conocemos en este idioma, las básicas y técnicas, vienen de lenguas muertas como el latín (la gran parte) y del griego.
¡Anja!, y si esto es así, ¿por qué no nos enseñaron latín y griego?, porque no siguieron el “A-B-C” de la enseñanza de calidad.

Y ¿qué nos habría aportado el conocer estas lenguas muertas?, el tener un diccionario amplio para saber si una palabra se escribe con ‘c’ o con ‘s’, por ejemplo. Todas las palabras latinas que terminaban en ‘tio’ pasaron como ‘cion’, con ‘c’ al español: ‘constitutio’ (latín), constitución (español).

Miren los que nos dice el portal jbrignone.com.ar, del genitivo latín: “los días de la semana (dies) Martis (día de Marte), > martes; (dies) Jovis (de Júpiter) > jueves; (dies) Veneris (de Venus) > viernes; y los analógicos miércoles (de Mercurio) y lunes (de la Luna). Los apellidos con el sufijo -ez en Castilla y Portugal, y -es en Cataluña y Valencia: Fernández y Hernández (descendientes de Fernando), Pérez (de Petru > Pero), Martínez (de Martín). En algunos compuestos, como Sancti Emiteri > Santander”.

Y de ahí se desprende el conocer la etimología de las palabras, para contextualizarlas en la historia: La palabra ‘academia’ la crean Platón y el héroe griego Academos, que era una escuela superior para enseñar matemáticas y platónico, en los jardines de Atenas. ‘Diciembre’ viene del latín ‘decembris’ (décimo mes), porque su calendario comenzaba en marzo. La palabra griega ‘pedagogo’, antes, era un criado que atendía los niños, y hoy se ha elevado su significado a profesor. ‘Hecatombe’ proviene del griego ‘hekatom’, que significa 100 y ‘be’, ‘buey’: matanza o sacrificio de 100 bueyes a los dioses. Hoy ‘Hecatombe’ es una matanza o accidente donde mueran muchas personas, aunque no sean 100 (etimologias.dechile.net).
Estos son dos o tres ejemplos para que podamos comprender la intención de lo que estamos desarrollando; las cosas que usted debió saber y estudiar, cada día, para dominar su idioma.

Por otro lado, está el conocer las estructuras internas de las oraciones y sus funciones. Tenemos las categorías formales: artículos, adjetivos, sustantivos, adverbios, verbos (sus tiempos, modos, aspectos, voces), puntualizadores, entre otros. Categorías funcionales: Sujeto, predicado, objeto directo, objeto indirecto, modificador circunstancial, factor agente, entre otros. Saber cuáles son los tipos de oraciones, de párrafos, el uso adecuado de los signos de puntuación, las palabras homófonas, parónimas, homógrafas, coherencia, cohesión, corrección gramatical, entre otras.

Después se analiza el estilo, la estilística y demás: brevedad, concisión, precisión, cadencia, ritmo, entonación, redundancia, narración, descripción, etcétera. De ahí se desprende una investigación correlacional: A mayor conocimiento lingüístico, mejor dominio del idioma español y su redacción (hipótesis).

Este pequeño ensayo nos brinda una gran oportunidad de saber cuál es la realidad de la comprensión lectora y las condiciones que deben de darse para que podamos escribir correctamente. Muchos preguntarán “qué libros nos recomienda, profesor”, y mi respuesta es sencilla: hay un libro en donde aprendemos de todo: la Biblia.

Espero que este escrito les sirva de orientación a estudiantes, profesores, profesionales, académicos, empresarios y a todo ciudadano que se preocupe por su escritura, que es la presentación de su personalidad.


*Raúl Germán Bautista es profesor Extraordinario Internacional, investigador en comunicación, investigador en periodismo, ensayista, escritor, asesor en comunicación y política 3.0  y, lo más importante, un hombre temeroso de Dios.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Excelente escrito mi hermano y amigo. Un abrazo.

Unknown dijo...

Excelente escrito mi hermano y amigo. Un abrazo.

Pedro N. Guzmán dijo...

Excelente aporte hermano Rául Germán