martes, 20 de diciembre de 2011

Pasión Andina, de Raúl Germán. Capítulo IV

"...Marino había sacado un papel, el cual estaba dobladito en cuatro partes, y exclamó en voz baja: “Por las noches, mi corazón late y late; es como si tu corazón me llamase. Cuando duermo, escucho un zumbido, mi corazón late fuerte y ni yo sé el motivo. Desde aquel día, mi corazón se entona como una sinfonía. Mi única aspiración es ser el dueño de tu corazón. El besar tus labios, así sea en sueños, es como asomarse a la puerta del cielo”...Pasión Andina, Raúl Germán.

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