viernes, 3 de agosto de 2012

Pasión Andina, capítulo I, Raúl Germán Bautista


“…Wayta Apu es una chica de 23 años, de manos gruesas y fuertes, aparentemente les fueron hechas para el trabajo duro en el campo. Tiene ojos de color ámbar, pelo castaño y lacio, en el español de la zona dicen: ‘recontra lacio’; el que adorna con dos trenzas que se deslizan hasta donde la espalda pierde su nombre, y las mejillas de su cara ancha están ‘chapocitas’’ (rojas) por el frío de la zona. Viste una pollera (traje típico), hecha de lana, ‘la mejor lana que pueda conocer el mundo’, comentan algunos, y sus piernas son las que desearía tener cualquier Miss Universo.

Su mirada es posesiva, cautivadora, dominante; aunque casi nunca ha visto fijamente a nadie a los ojos; sus dientes son blancos como la nieve que cubre la Cordillera Blanca de Áncash y sus labios invitan a cualquiera a pecar. Las escasas veces que sonríe, es capaz de volver las tinieblas en luz…”.